En un viaje algo largo, tres libros para leer: El beso y acerca del amor de Anton Chejov, de Jose J. Olañeta editor, dos cuentos leídos en un suspiro, cortos, cortísimos, pero como todo lo que escribía su autor, diáfanos, claros, límpidos y un punto cotidianos y poéticos.
El segundo de Patrick Lapeyre, La vie est brève et le désir sans fin, Prix Femina 2010 editions P.O.L., finalmente lo encontré en Barcelona el dia de nuestra actividad en la librería Alibri y me lo llevé de viaje. Una historia bicéfala, tres personajes, dos historias de amor; una que finaliza al inicio y otra al final del libro, cierta tristeza, pero todo bien hilado y he conseguido acabarla algo que últimamente me cuesta.
El tercero que estoy en ello, Le portrait de Pierre Assouline, Gallimard. El protagonista un cuadro, el retrato de Betty de Rothschild hecho por Ingres en 1848. Un testigo de la rama francesa de los Rothschild que nos relata su vida y los diferentes avatares políticos y sociales desde el siglo XIX hasta la venta de l'Hotel Lambert en 2007 uno de los domicilios del cuadro. El retrato de una de las dinastías financieras europeas y judías más importantes en el siglo XIX y XX, la cual todavía perdura. Su autor Pierre Assouline es un especialista en biografías aunque este libro sea una novela tiene una aproximación al personaje cercana a la biografía. Me interesó por la descripción que hace de los mediados del siglo XIX, una época que hoy día no suscita mucho interés, pero que fue el inicio de los grandes cambios que sucederán en el XX.
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