A Louise Nevelson la descubrí en un Vogue americano hace muchos años cuando solo tenía 15 y hoy me sigue gustando igual. Sus esculturas, como cajas apiladas llenas de objetos, pintadas muchas de ellas en blanco o en negro. Ahora hace poco conseguí ver sus obras en el Moma de Nueva York, y fotografiando la ciudad constaté lo mucho que esta había llegado a inspirarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario